Después de recorrer el laboratorio subterráneo, Park llega hasta su puesto de trabajo y comienza a teclear en el ordenador. Steve,
uno de los científicos, comienza a preguntarle si está conforme
con la situación, pero Waylon no contesta.
Mientras tanto, delante
de ellos, uno de los internos es conducido a la fuerza para realizar
un experimento.
Éste pide piedad y ayuda, sin caso alguno.
Consigue escaparse de los guardias y llega hasta el cristal que
está frente a Waylon, y lo golpea, pidiéndole al protagonista que no
lo permita.
Eddie Gluskin
visto a través del monitor del ordenador.
Segundos
después, el paciente (Eddie Gluskin) es introducido en
la máquina y Park observa como forcejea
en el interior, y poco
a poco se convierte en un variante.
Steve le pide que regrese a su oficina.
Cuando regresa, su superior, el señor Blaire se encuentra sentado en su silla,
y le dice sarcásticamente que "alguien estuvo contando historias fuera de
la clase".
Dos guardias le cogen y le ordenan que se quede quieto.
Mientras tanto, Blaire decide usar a Waylon como voluntario para el experimento con el motor morfogenético.